UN LARGO VIAJE


                                                            

Dicen por ahí que el tiempo vuela, y la verdad es que mi último año, ha pasado tan rápido que no me ha dejado asimilar tantos cambios… el 8 de junio de 2019 resumí 22 años en la mitad de una maleta (era una sola para mi tía y para mi).  A las 5:00 pm el autobús nos esperaba para comenzar el viaje a Chile.

Los días previos, fueron de mucho estrés preparando los papeles que debía traerme, y tratando de reunir algo de dinero para el viaje, por lo que no me había detenido a pensar lo que realmente implicaba dejar atrás todo lo que era conocido para mí.  Cuando por fin llegó el día,  y me encontraba con mi mamá y mi hermano esperando para subir al bus comencé a darme cuenta que quizá pasaría muchos años sin verlos de nuevo…. ya va el primero. 

La verdad, me sentí un poco insegura pensando si realmente Dios quería que diera ese paso, cuestioné mis motivaciones, sin embargo, algo que siempre tuve muy presente es que este viaje surgió sin yo esperarlo, ni planificarlo.  

Uno de mis primos, que tiene ya tiempo viviendo acá se necesitaba traer a su mamá y me pidió que la acompañará, y claro… me pagaba el pasaje ¡Eso es algo que no sucede nunca!  Yo justo meses antes me había titulado, es decir que todo estaba en cierto orden.

Luego de la más triste despedida…

Decidí subirme al bus, y sentarme del lado contrario a donde estaba mi mamá y mi hermano, sabía que si corría la cortina de la ventana para verlos de nuevo probablemente me bajaría y me quedaría con ellos sin que nada me importara.

Cuando finalmente el bus arrancó, me di cuenta que todos los que estábamos en él teníamos en común el mismo sentimiento, comenzamos a llorar desconsoladamente, sin ningún tipo de vergüenza, hasta que todos nos quedamos dormidos (literal así fue).

Sabíamos que nuestro cuerpo partía a otro lugar, pero que por más que quisiéramos traerlo, nuestro corazón se quedaba allí.  




Se podría decir que oficialmente comenzaría la travesía,  a primera hora de la mañana nos encontrábamos pasando la trocha para entrar a Colombia, allí nos recibieron en la oficina de la agencia de viajes donde estuvimos alrededor de 18 horas mientras nos sellaran los pasaportes, durante la espera nos pusimos a jugar mímicas y a contar sobre los planes que teníamos en los países que se convertirían en nuestro nuevo hogar (Colombia, Ecuador, Perú, y Chile).

En la madrugada del día siguiente, pudimos seguir el viaje por Colombia, donde comimos mucho pan de bono con postobon por casi tres días.

Una de las advertencias que mi primo me había dado, era que al llegar a frontera de Colombia- Ecuador, comprará guantes porque hacía mucho frío, la verdad cuando llegamos no pude hacer mucho, porque apenas comenzamos la fila de migración… me desmayé.  

Las compañeras de mi viaje, me llevaron hasta un punto de la cruz roja y allí me atendieron muy amablemente hasta que la tensión se me regularizó un poco, luego tuve que seguir haciendo mi fila normal…por casi 24 horas, en la noche cayó una lluvia helada, para complementar los 3° grados de temperatura de Rumichaca.  

Honestamente esa es una de las pocas noches que quisiera borrar de mi memoria.   

Pero como toda larga noche tiene su día, por fin pude sellar mi pasaporte y entrar a Ecuador, donde mi tía (ella es tercera edad y no tardo tanto como yo en pasar) me esperaba en un hotel que la agencia de viajes nos había reservado para pasar la noche, el cual obviamente yo no pude disfrutar mucho.

Cuando llegué al hotel tuve que salir rápido por las calles de Ecuador para comprar algo de comida para el viaje y claro, comprar los guantes para el frío. Dos horas más tardes ya nos encontrábamos camino al tercer país: Perú.

Al día siguiente (13/06/2019) vimos frente a frente la bandera de Perú y… teníamos que sellar el pasaporte una vez más, en la migración peruana todo estaba un poco más caótico, nunca imaginé ver tantos venezolanos queriendo entrar a un país, creo que allí fue que comprendí realmente lo mal que mucha gente la está pasando en Venezuela. 

Las largas filas de familias venezolanas, eran el foco de muchos camarógrafos de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados), y los medios de comunicación peruanos creo que nos veían como un fenómeno, o al menos así nos sentimos cuando fotografiaban nuestras caras de agotamiento y tristeza. 


Venezolanos | Otras Nacionalidades 

Comenzamos a hacer nuestra fila de venezolanos en Tumbes- Perú, y cerca de 5 horas después pudimos sellar el pasaporte y entrar al país, los de la agencia nos llevaron a cenar a una casa humilde pero muy acogedora, se podría decir que allí tuvimos nuestro primer choque cultural, nos dieron arroz con carne y una bebida oscura hasta arriba en un vaso que parecía Coca- Cola, pero realmente era café caliente casi las 10:00 pm.   

Luego de la cena, nos tocó subirnos de tres en tres, en las mototaxis peruanas que son idénticas a los carritos de Pedro Picapiedras  (me encantaron demasiado) para llegar a un hotel, esa noche creo que fue una de las mejores.
Troncomovíl (Tumbes-Perú)

¡PUDE DORMIR EN UNA CAMA DESPUÉS DE NO SE CUANTOS DÍAS!


La dicha duro hasta el amanecer, cuando fui con mi tía a comprar comida en las calles cercanas al pequeño hotel de Tumbes para partir a Lima, llenamos nuestra bolsa de pan y galletas para seguir, de nuevo las mototaxis de Picapiedras llegaron por nosotras, nos dejaron en el terminal donde nos subimos al bus que nos llevaría a la capital.

Lima

18 horas más tarde nos encontrábamos en Lima, almorzando en el terminal mientras veíamos un partido de futbol de Venezuela- Perú, en Perú algo que nos causaba mucha gracia a todos los compañeros de viaje. Allí no tuvimos ningún descanso inmediatamente terminamos de comer, nos tocó salir de nuevo a Tacna que es la frontera con Arica (Chile) mi país de destino, pensaba que estaba cerca, pero nada más lejos de la realidad.  



22 horas después, llegamos al terminal de Tacna, donde el que nos recibió de la agencia nos dio una breve charla sobre como debíamos hablar con la PDI de Chile para que nos dieran acceso al país, tuvimos que bañarnos y arreglarnos en el baño del terminal para poder estar presentables para el ingreso, porque al parecer veían la presencia, lo cual tampoco era cierto. 




                                                              

Todos listos e ilusionados nos enrumbamos a la frontera Tacna- Arica, sellamos salida de Perú, y de forma individual nos acercamos a la taquilla de la PDI chilena donde a cada uno nos hacían una serie de preguntas para decidir si entrabamos o no al país, la primera noche a mi tía y a mí nos negaron la entrada porque no teníamos suficiente dinero para sostenernos en Chile, así como a la mitad de los viajeros que venían con nosotros.

Fue otro duro golpe de realidad, no es tan fácil cruzar fronteras, nos tocó volver a dormir a un hotel en Tacna (Perú) y volver a intentar cruzar al día siguiente, en eso mi primo hizo su mejor esfuerzo y nos envió dinero para que pudiéramos justificar nuestra permanencia y ver si teníamos mejor suerte al día siguiente. 

La fría noche siguiente volvimos todos quienes nos habían rechazado a intentarlo, mi tía y yo con más ilusión porque al menos contábamos con algo de dinero, sin embargo, ese día ella logró pasar a Chile y a mí me volvieron a decir que no, sin motivo alguno.  

Creo que esa ha sido otra de las noches más difíciles, verme sola y a la deriva, es un sentimiento que no le deseo a nadie de verdad. Esa noche ore con todo mi corazón y le pedí a Dios que me guiara que por favor no me desamparara, que no sabía que hacer pero que por favor estuviera conmigo. 

Volví al terminal donde a los que aún no habíamos podido cruzar nos trasladaron de nuevo a un hotel, esa larga y angustiante noche, no pude dormir de tanto pensar, existía la posibilidad de regresar a Lima y tomar un vuelo a Venezuela, quedarme en Tacna, o irme a algún otro país de Latinoamérica.

En la mañana recuerdo que hablé con mi familia y les dije: “Voy a intentar entrar a Chile, por tercera vez, si no me dejan entrar es porque ya no es para mí. Me tocará buscar otra alternativa”

El tercer día con muy poca fe lo intenté de nuevo, cuando ya venía mi turno recuerdo que dije: Señor yo voy a entender si esto no es lo que quieres, no voy a insistir más para entrar a este país, pero si es lo que quieres haz que por favor se abran los caminos como lo haz hecho hasta ahora. 

No podrán creerlo,  me toco una PDI súper amable y prácticamente tuvimos una conversación amena y al finalizar me dijo.

 Que tengas feliz viaje, bienvenida a Chile. 

Mis manos temblaban de tal manera que no podía ni siquiera agarrar el pasaporte, sabía que por fin iba a ver a mi familia que vivía en Chile y que iba a comenzar una vida nueva, pero  lo que realmente le dio paz a a mi corazón es que sabía que Dios lo había hecho, y que él me acompañaría en cada paso.  

Un año después puedo decir que la fidelidad y la paternidad de Dios se han hecho presentes cada segundo, y que no importa donde éste geográficamente, él es mi lugar seguro.

El Señor te protege en todos tus caminos, ahora y siempre. Salmos 121-8  





Comentarios

  1. HERMOSO. AGRADECIDA CON DIOS POR QUE TE CUIDO EN ESA travesía Y TE CUIDA SIEMPRE.

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  2. Wow michi realmente Dios es bueno en todo tiempo .
    Me asombra cuanto tuviste que pasar para llegar acá,pero sin duda Dios es nuestro padre que no te desamparó y no te dejará nunca 😊🙏🙌

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  3. Testimonios que pueden parecer sencillos a simple vista, pero son de gran valor.
    El SEÑOR es siempre fiel. Dios te bendiga aún más. ♥

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  4. Estoy demasiado feliz de leer tu experiencia, saber lo fiel que Dios fue contigo y como lo sigue siendo hoy en día. Sé que en parte esa travesía fue para glorificar de en tu vida y que vieras su amor por ti. Dios te bendiga mucho Michelle y que tú vida sea una herramienta para mostrar la gloria de Dios

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    1. La gloria de Dios es grande y siempre te acompaño en todo momento estuvo contigo.el te dio su más grande demostración de amor.y tu gran fe en el fue como un manto de protección que
      Cubrió todo tu ser.y guío tus pasó por el buen camino.. Dios te ama y te bendice.es mucho amor y perdón.......

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